He de confesar que es absolutamente desconcertante lo que está ocurriendo en el mundo judicial español. Quizás las nuevas generaciones que quieren estudiar derecho y aplicar alguna de sus ramas, tales como: abogado, registrador, notario y juez se lo estén pensando en estos momentos y decidir no cursar dichos estudios universitarios o el de no practicar la carrera en toda su amplitud.
En cambio lo que no se estarán pensando muchos es el dedicarse a ejercer de político, de banquero, de testaferro o simplemente el no dedicarse a nada. Simplemente el cobrar la ayuda a final de mes y hacer la cobra a los impuestos. En fin, salvarse cada uno como mejor pueda.
En el último mes, hemos pasado de tener un sistema judicial “medianamente fácil” y “medianamente mejorable” para realmente pasar de ser un sistema judicial mediocre a patético.
No sé lo que tú, lector de este blog, tú que estás leyendo estas líneas, cuál es tu opinión. Pero yo siento vergüenza “ajena” ahora mismo de todo lo que he defendido, una profesión tan bonita como es la de ser abogado. El estudiar el mundo judicial, el conocimiento que se tiene del mundo jurídico, hace que te sientas bien contigo mismo, de saber un poquito más de la vida por donde caminas. Cuando estudias la carrera, da lo mismo que ejerzas o no la profesión, que seas ama de casa o trabajes en un taxi o que hayas estudiado unas oposiciones… lo importante, es lo que trasmite la carrera en su conjunto cuando la estudias. Y al final es poder ayudar a las personas.
Cuando dos abogados luchan por “la verdad del conocimiento” es precioso cuando se hace con educación, respeto, porque aunque nos “medio insultemos con elegancia” es fascinante lo que se siente y puedes llegar a trasmitir a la Sala. Cuando se termina un juicio, y salen dos abogados, estrechándose la mano y saludándose es cuando han sido “rivales de altura”.
Lo que no es bonito que un abogado llegue a un juicio y se encuentre que el “pescado está vendido” y no porque su otro compañero lleva toda la razón, porque no encuentra la verdad absoluta para reprobar a su cliente. No, lo que tiene que dar ardor de estómago es el saber que porque su cliente es de sangre azul no tendrá problemas para que el final sea el perseguido por cualquier Letrado, que no es otra que un fallo positivo para los intereses de tu cliente.
Cómo puede ocurrir que todas las pruebas dan lugar a lo siguiente “culpable”. Y por arte de magia –nunca mejor dicho- el cliente culpable, lo hacen inocente. Pero de un plumazo.
Muchos clientes ya hacen comentarios al respecto y nos comunican, que harán la defensa del “yo no sé”, “yo no recuerdo tanto”, “puede ser”, “no lo comprendo”, etc etc etc, y por supuesto 500 veces. Preguntan por la sentencia de la “infanta”, no hablan de la sentencia del caso “nos”. Ahora mismo, los clientes van al juzgado porque deben ir, pero no porque ya crean en la “justicia ciega”, no creen en un juez, ya no creen en un fiscal, lo que creen es que “poderoso es don dinero” y si tiene sangre azul… mucho mejor es el pasaporte a la gloria.
El problema es que todos los juzgadores o fiscales de los casos que están en el punto caliente de la actualidad judicial (el de la Infanta y el de Rato, por ejemplo) y que “no han sido condenados” con la ley en la mano, les han hecho un flaco favor a muchos jueces y fiscales. Les han hecho un flaco favor al sistema democrático y judicial español.
Hay formidables jueces, formidables fiscales, desde instancia e instrucción hasta el Tribunal Constitucional pasando por las diferentes Audiencias. Los cuales, como maravillosos profesionales, podrán entender este asunto más o menos mejor que esta humilde abogada, pero seguro que en su foro interno han dicho lo mismo “a tomar viento fresco”.
Cómo es posible que fiscalía, con qué fundamentos, con qué moral viendo la panorámica judicial que existe en la actualidad, empieza a investigar lo de la Gala Drag Queen, cuando es carnaval. No hay que darle importancia a lo que no la tiene, ni hay que perder dinero del contribuyente en temas carnavalescos, lo que habría que indagar es al Sr. Obispo por hacer anuncios comparativos con el asunto Spanair u otros de gran trascendencia e importancia, eso si es “raro”. ¿Pero cuál es el límite? ¿Hasta dónde está permitido llegar?
Yo saco una conclusión: políticos y banqueros corruptos, Iglesia Católica, sangre azul, y demás miembros allegados y arreglados a dichos familiares, tienen un “salvo conducto”.
Deberíamos entre todos, porque no es una cuestión de uno solo el tomar una alternativa y entre todos no permitir que situaciones como las ocurridas y las que están ocurriendo en España en estos momentos no vuelvan a generarse, ni degenerarse.
Son situaciones dolorosas, para ahora que se acerca la Semana Santa, con sus momentos de espiritualidad que hay en la misma, y ya que hay Obispos que llaman a la Oración, yo les llamo a la Cordura que estamos en un estado de derecho, laico, donde todos somos iguales ante la ley, donde mucho han luchado abuelos/as, padres e históricos del pasado.
Un poquito de por favor, no sean tan “falsos” y dejarse de mirarse al ombligo que todos y todas tienen un “baño roca”, aunque ciertamente algunos lo tienen de oro e intocable.
Porque debe cambiar el sistema, debemos dejar de ser los tontos de turno, yo debo cambiarlo, pero tú debes cambiarlo, tú debes ser crítico y tú debes cambiar el mundo en el que vives. Todo con educación y cordura, todo es fácil. Y para aquellos que crean que esto es un sermón,… AMEN.